Isaías 53
1. Isaías dijo: «¡Nadie ha creído a nuestro mensaje! ¡Nadie ha visto el poder de Dios!
2. El fiel servidor creció como raíz tierna en tierra seca. No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo ni deseable.
3. Todos lo despreciaban y rechazaban. Fue un hombre que sufrió el dolor y experimentó mucho sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo; lo despreciamos y no lo tuvimos en cuenta.
4. »A pesar de todo esto, él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido y humillado.
5. Pero él fue herido por nuestras rebeliones, fue golpeado por nuestras maldades; él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados.
6. »Todos andábamos perdidos, como suelen andar las ovejas. Cada uno hacía lo que bien le parecía; pero Dios hizo recaer en su fiel servidor el castigo que nosotros merecíamos.
7. »Fue maltratado y humillado, pero nunca se quejó. Se quedó completamente callado, como las ovejas cuando les cortan la lana; y como cordero llevado al matadero, ni siquiera abrió su boca.
8. »Cuando lo arrestaron, no lo trataron con justicia. Nadie lo defendió ni se preocupó por él; y al final, por culpa de nuestros pecados, le quitaron la vida.
9. El fiel servidor de Dios murió entre criminales y fue enterrado con los malvados, aunque nunca cometió ningún crimen ni jamás engañó a nadie.
10. »Dios quiso humillarlo y hacerlo sufrir, y el fiel servidor ofreció su vida como sacrificio por nosotros. Por eso, él tendrá una vida muy larga, llegará a ver a sus descendientes, y hará todo lo que Dios desea.