Nahúm 1
Mensaje contra Nínive, la capital de Asiria
1. Yo soy Nahúm de Elcós. En un sueño Dios me habló acerca de Nínive, y éste es el mensaje que escribí contra esa ciudad:
2. Nuestro Dios exige que le seamos fieles. Cuando se enoja, toma venganza de sus enemigos y de sus contrarios.
3. Nuestro Dios es muy poderoso y siempre castiga a quien lo merece, pero también es un Dios paciente, y no se enoja con facilidad. Nuestro Dios camina entre las tormentas; las nubes son el polvo que levanta.
4. Si reprende al mar y a los ríos, éstos se quedan secos por completo y se marchitan las flores del Líbano, los campos de Basán y el monte Carmelo.
5. En presencia de nuestro Dios tiemblan la tierra y sus habitantes, y los cerros y las montañas se sacuden.
6. Cuando nuestro Dios se enoja, las piedras se hacen polvo, como si las partiera un rayo; cuando nuestro Dios se enoja, nadie puede mantenerse firme.
7. Nuestro Dios es bondadoso y cuida de los que en él confían. En momentos de angustia, él nos brinda protección.
8. Pero también destruye a sus enemigos; los arrastra como un río desbordado, ¡los persigue hasta en la oscuridad!