Eclesiástico 49
El rey Josías
1. Recordar al rey Josías es como oler un suave perfume, como paladear la dulzura de la miel o escuchar la música de un banquete.
2. A Josías le daba mucha tristeza ver que el pueblo no se arrepentía; por eso acabó con la idolatría.
3. Aunque vivió en tiempos de violencia, buscó a Dios de todo corazón y fue siempre un ejemplo de bondad.
Jeremías y los últimos reyes
4. Con la excepción de David, de Ezequías y de Josías, todos los reyes de Judá no hicieron más que pecar. Se apartaron de las enseñanzas de Dios, y por eso Dios se apartó de ellos.
5. Tuvieron que rendirse ante reyes extranjeros,
6. los cuales prendieron fuego al templo y a la ciudad, y dejaron desiertas las calles.
7. Todo esto les sucedió por maltratar al profeta Jeremías, a quien Dios había elegido desde antes de su nacimiento para destruir o derribar, pero también para levantar y reconstruir.
El profeta Ezequiel
8. Ezequiel vio al Dios glorioso sobre un carro que llevaban unos querubines.
9. También mencionó a Job, quien se mantuvo firme en medio de los problemas.
Los profetas menores
10. ¡Que Dios dé nueva vida a los huesos de los doce profetas! Porque consolaron al pueblo de Dios y lo ayudaron a mantenerse firme y a no perder la esperanza.